Se acerca el momento del parto y comienzan los miedos, ¿Cómo podemos evitar la episiotomía o un desgarro? ¿Cómo conseguiremos reducir el dolor postparto? El masaje perineal es la respuesta. Se aplica de manera terapéutica en uroginecología y de manera preventiva en el embarazo. El objetivo principal es elastificar la zona perineal para evitar un posible desgarro o una episiotomía el día del parto.
Debemos empezar a realizarlo la semana 34 de embarazo y en caso de embarazos gemelares o múltiples sobre la semana 32. Es imprescindible que lo realice un fisioterapeuta experto en uroginecología y obstetricia o bien la pareja siempre con una formación previa.
Una de las ventajas de realizarlo en consulta con un fisioterapeuta es la utilización de otro tipo de aparatología como el Epi-no a partir de la semana 36, un instrumento muy útil para conseguir un estiramiento global de la musculatura, y hacia la semana 38 poder practicar los pujos de una manera más próxima a la realidad, siendo el Epi-no una emulación de la cabecita del bebé.