El dolor cervical es la cuarta causa de discapacidad en el mundo (Cohen et al. 2015). Y su origen es multifactorial, ya que en su causa influyen tanto variables psicológicas, alteraciones estructurales y alteraciones del movimiento.
Además, esta afectación genera un gran impacto socioeconómico:
- Aumento del gasto sanitario (su alta prevalencia tiene como consecuencia un gasto anual de muchos millones de euros)
- Absentismo laboral
- Empeoramiento estado psicológico (principalmente por su alto índice de discapacidad y su persistencia)
El ejercicio terapéutico mejora MUCHO el dolor cervical; su prescripción supone una gran mejoría, ya que funciona tanto para generar analgesia en el corto plazo, como para mejorar la fuerza de la musculatura cervical, tolerancia ante la fatiga, mejor aguante ante la carga en el día a día o en el deporte.
No obstante, este necesita de una valoración previa por parte de un fisioterapeuta, ya que hay varias regiones a tener en cuenta, puesto que influyen directamente en la zona cervical:
- Sistema vestibular
- Articulación del hombro
- Articulación temporomandibular
- Sistema oculomotor